La agricultura convencional, que hoy se practica en la industria, para garantizar la producción de los alimentos en nuestros platos, es, desde hace varios años, fuertemente señalada. Y por eso, es la causa de muchos problemas, sobre todo en el ámbito del medio ambiente y de nuestra salud. El empobrecimiento de los suelos, la degradación de la calidad del aire y de las fuentes de aguardiente, la contaminación de las aguas subterráneas y la destrucción de los ecosistemas son todas consecuencias directas de este modelo de agricultura moderna, que utiliza plaguicidas, herbicidas, fertilizantes y petróleo en masa.